sábado, 23 de octubre de 2010

EN HONOR A SAN JUAN DE OMENTE













En estos días cumplimos un año, para mí es toda una emoción ya que ni me imaginaba que un blog pudiera dar tanta satisfacción , y desde luego cuando lo creé ni en mis mejores sueños pensé nunca que nadie fuese a leerlo ni a participar en él.Estoy muy contenta y agradecida a todos los que en algún momento tropezasteis con mi blog que desde luego es el vuestro.
Quiero también expresar mi gratitud a las personas de Omente que siempre me apoyan y como no me dejan poner sus fotos como es el caso Merry de casa de Carlos y de Pili y Manuel de casa de Marcelo, y como no gracias muchas gracias por visitar este humilde blog que solo intenta narrar las pequeñas cosas que pasan en nuestro humilde pueblo.
Para celebrar este año voy a publicar en esta entrada algo feliz, y que mejor que hablar de fiesta.
Este verano entre nos dio para mucho y como dice el refrán "el diablo cuando no tiene que hacer urde" pues Merry y yo fue lo que hicimos y nos dispusimos a organizar la fiesta del pueblo que después de un tiempo no se había hecho.
Pude comprobar lo difícil que era poner a todos de acuerdo para que nos diesen algo de dinero pero al final he de decir que todos los vecinos se portaron y todos en mayor o menor medida colaboraron monetáriamente para que si aspavientos pero dignamente se organizase un bonito día de fiesta.
Así fue a las cuatro de la tarde del día 28 de Agosto comenzamos con la misa, y después con el poco dinero que nos había sobrado de contratar la música, pusimos unos aperitivos y aquí tambén quiero darles las gracias a los panaderos tanto de Taramúndi como el de Maréntes que nos regalaron generosamente unas magníficas empanadas, como no teníamos bar ofrecimos unas sidras, fantas, coca colas,vino y como no el baile de la tarde.
Después de la cena volvimos a la fiesta que estaba amenizada por la chocarela y una cantante de una orquesta que vino para visitarla y se quedó con ella cantando y bailando hasta las seis de la mañana.También nos visitaron gentes de otros pueblos y creo que estuvieron a gusto con nosotros.
Trabajamos un montón pero salió lo que queríamos un día en el que todos los del pueblo pudiésemos estar juntos celebrando algo bueno como la festividad de nuestro santo San Juán.
Otra vez gracias a todo el mundo y espero que para el año que viene volvamos a celebrar esta pequeñita fiesta en unión y con alegría.

domingo, 17 de octubre de 2010

"LAS ALMAS DEL CRUCIEIRO"




En uno de esos días estivales en los que la luz del día se hace eterna, y te prodigas en paseos por el pueblo, al llegar a las afueras del pueblo en dirección a Alguerdo, comencé a recordar que antes de que anduviesen arreglando la carretera allí en aquel preciso lugar existían unas cruces y en aquel momento no estaban ni se sabía nada de ellas.
A la vuelta al pueblo nos encontramos con Merry y se lo comenté y nos dijo que estaban metidas por el medio del monte y que la verdad era una pena que se estropeasen y en aquel mismo instante todos dijimos lo mismo "hay que ir a ponerlas bien", y quedamos para los siguientes días.
Antes de seguir explico que de lo que se trataba era de un "CRUCIEIRO", que durante siglos siempre estaba en la salida del pueblo y en el se posaban todos los crucifijos que llevaban los feretros de los fallecidos del pueblo cuando ya estaban camino del cementerio.
No sé muy bien cual era el significado de todo esto pero en mi interior creo que lo que querían con este gesto era decir que el cuerpo de ese cadaver se iba del pueblo pero su alma se quedaba allí viendo pasar el tiempo sin perderse ni un solo instante.
Como os contaba llegó el día de ponerse manos a la obra y arreglar el Crucieiro y ala allá vamos Merry, Gonzalo, Carmen del sesto, su marido Jesús, Ángel y yo.Daba gusto vernos con la pala el pico y una caldereta de cemento, con un poco de esfuerzo enseguida colocamos las dos cruces de Piedra pusimos los pocos crucifijos que quedaron tras haber estado tirados por el monte estropeándose.
Cuando terminamos de arreglarlo con los pocos medios de que disponíamos yo no sé lo que sentirían los demás pero a mí me quedó la sensación de que habíamos hecho lo correcto y cuando me dí media vuelta de nuevo a mirarlo sentí como que aquellos pequeños crucifijos me daban las gracias por haberlos colocado de nuevo a ver la vida pasar.
Yo sé que para Merry también fue especial ese día ya que uno de los crucifijos era el de su madre y ella quería que de nuevo estuviese allí en el "CRUCIEIRO" despidiendo a la gente que se va del pueblo o diciendo hola a todo el que viene a visitar nuestro maravilloso entorno, por eso espero que todas las personas que pasen al lado de las cruces saluden sus almas como si las que estuviesen allí fuesen las personas a las que pertenecen esas almas.