Estámos llegando a una de las fechas del calendário que a mí personalmente siempre me gustaron mucho, sobre todo por la alegría y la posibilidad de deshinibirse disfrazándose.Hoy en día los disfraces se pueden comprar en muchos sitios y no hay necesidad de matarse mucho para salir a pasarselo muy bien, pero antiguamente teníamos que discurrir que hacíamos con los pocos trapos que había.
Pero si nos paramos a pensar quizás lo que más gustaba de estas fiestas eran las comidas, tan sabrosas y de tan buena presencia,aquellos florones que hacía mi abuela Elena, las papas de arroz de la abuela Felisa, los feixolos, las torrijas,los ponches,los turruchos y como no el chosco o botillo.
La verdad que con todas esatas comidas estábamos bien servidos para luego andar de puerta en puerta luciendo nuestros grandísimos disfraces.
Espero y deseo que todos lo paséis genial y que comais mucho mucho,para luego poder seguir con la dieta mediterránea.
