lunes, 12 de abril de 2010

EL TRABAJO Y LA DISTÁNCIA


En estos días en los que los trabajadores de la mina de Tormaleo se incorporaron a la plantilla del coto en cerredo, hay como una especie de frustración al ver que eltrabajo que tenían al lado de casa ahora lo tienen un poco lejos.Es verdad que da mucha pena y porque no decirlo rabia el hecho de que la mina halla cerrado, pero dicho esto quiero hacer memoria.
Esta memoria me lleva a no hace muchos años, entre los 70 y los 90,algunos de los hombres de Omente, Alguerdo, el villar, taladrid, villauril y muchos más que no recuerdo ya se marchaban a trabajar tanto a las minas de cerredo como a las de villablino,o las de Cangas de narcéa; hoy quiero nombrar algunos para hacer ver que no tiene porque ser malo irse a otro sito a trabajar y al mismo tiempo para hacer un pequeño homenaje a unos hombres que sí que lo tenían dificil para ir todos los días pero que aún así supieron superar la situación.
La mayor parte de los hombres de Omente que fueron a trabajar a las minas casi siempre acababan comprando casa donde trabajaban ya que era exáusto tener que ir y venir todos los días ahy que recordar que en aquellos tiempos no se disponía de las carreteras que hay hoy y menos se tenían los magnificos coches de los que disponemos en estos momentos, era facil que de casi todas las casas hubiese alguien en esa situación,y haciendo un poco de memoria sabemos que había mineros de casa Pericón,de casa de a Grova, de casa Carpinteiro, de casa xuanón, de casa Marcucho, de casa Carlos, de casa Mariano, de casa el Xastre, de casa el Ferreiro, y de mi casa Pepón,espero que no se me halla olvidado nombrar a nadie pero si es así perdonarme porfavor.
Pero he de nombrar más a fondo a los dos hombres del pueblo que aunque nevase, lloviese hiciese lo que hiciese iban a trabajar y volvían todos los días al pueblo.
Recuerdo gratamente el ruido del seiscientos en el que iban Gonzalo el de Carlos y Pepe de Mariano,y en mi mente se quedó ese sonido porque aunque suene a risa su ruido sonaba más alegre a la vuelta que a la ida lo que significaba que regresaban en buen estado y sin incidencias grabes.
Como ya dije antes también en otros pueblos había hombres que trabajaban lejos y sin que nadie les pagase el traslado ni tan siquiera horas para salir un poco antes que el relevo.
Está bien que luchemos siempre por algo mejor que lo que teníamos pero aún así hay que adaptarse a lo que hay y vivir con alegría el tiempo que uno está con los suyos.
En la foto aparecen junto a Gonzalo dos compañeros de trabajo que también eran de otros pueblos de Ibias, mi padre Angel de casa de a Obra de Alguerdo y mi tío Manuel de Casa Maragato de Taladriz.

2 comentarios:

  1. BONITO COMENTARIO ISABEL ES BUENO RECORDAR NUESTRO PASADO YO ME ACUERDO CUANDO NO ESTABAN LAS MINAS EN IBIAS Y LOS MOZOS DEL PUEBLO SE QUDABAN A VIVIR EN CERREDO PARA TRABAJAR ALLI Y SOLO VENIAN PARA LA FIESTA DEL PUEBLO O ALGUNA DE IBIAS.GRACIAS ISABEL PORQUE TAMBIEN ESTO ES PARTE DE NUESTRO PATRIMONIO

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  2. Hola Isabel! Me ha encantado tu comentario, me he emocionado mucho al recordar a mi padre cuando iba con el 600, me acuerdo de las noches que esperabamos que apareciese la luz en el pico de la cuesta que nos indicaba que habian vuelto a casa otro dia mas...
    Esperabmos impacientes en invierno a que pasara el pico la cuesta ya que la Pena Venta era muy peligrosa por culpa del hielo... Bajabamos corriendo al corral a recibirlo todos y poder verlo porque al dia siguiente volvia a irse...
    Un beso.

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